El proceso de autorrealización es un plan de
desarrollo personal que debe animal al ser humano a superarse, a seguir
creciendo, y que no tiene un final en el tiempo. Debemos comenzar a trabajar en
ello desde la infancia. El compromiso de autorrealización nos
"obliga" a estar sometidos a un constante
aprendizaje.
Ventajas de la Autorrealización
La autorrealización juega en
beneficio de nuestra positividad, en la medida que nos permite descubrir que
tenemos cualidades que nos distinguen del resto de personas. Es posible que
tengamos una facilidad especial para desempeñar tareas creativas, que
dispongamos de una memoria verdaderamente privilegiada o que "hayamos
nacido" para dedicarnos a labores que requieran de una enorme paciencia.
Lógicamente, si nunca nos decidimos a explotar nuestras capacidades, es posible
que acaben por pasar desapercibidas no sólo a ojos de los demás, sino incluso
de nuestra propia mirada. Por esa razón no debemos renunciar a dedicar parte
del tiempo a aquello que nos hace sentir a gusto con nosotros mismos. En caso
contrario, esos "pasos no dados" pueden convertirse en frustraciones.
Hay personas que viven totalmente a expensas de los
demás. Han llegado a tal punto de falta de autorrealización que son otros
quienes tienen en sus manos la capacidad de hacerlos felices o desdichados.
Debemos compartir nuestros buenos momentos y también nuestros períodos
difíciles con quienes nos rodean, pero eso no significa que dependamos siempre
de otras personas para tomar decisiones o emprender proyectos.
Buscar la autorrealización no implica intentar convertirse
en un superhombre o una supermujer y ansiar la perfección, sino simplemente realizar algún tipo de actividad que nos permita explotar
nuestras virtudes y, al mismo tiempo, pasar un buen rato. En este
sentido, los estudios o el trabajo pueden ser modos de autorrealización, como
también pueden serlo la pintura, el deporte, el bricolaje, la jardinería, la
lectura, etc.
De lo que se trata, en definitiva es de hacer el
esfuerzo de autoanalizarnos (trabajar en primer lugar por el autoconocimiento)
para decidir después que tipo de actividades pueden ayudarnos a incrementar nuestra
autoconfianza y disfrutar de nuestro tiempo, tanto en compañía como en soledad.
Características de la persona autorrealizada
No podemos esperar que sean siempre los demás quienes nos
hagan felices si no ponemos nada de nuestra parte por alcanzar ese profundo
bienestar personal que nos permita sentirnos y relacionarnos mejor.
Algunos de los rasgos habituales que caracterizan a una
persona qeu se siente personalmente realizada son los siguientes:
·
Se acepta a sí misma, y acepta y respeta a quienes tiene a su alrededor.
·
Piensa de modo positivo y mira al futuro con optimismo.
·
Aprende de sus errores y no se rinde ante ningún fracaso.
·
Es autosuficiente y capaz de tomar decisiones.
·
Disfruta de su tiempo libre.
·
Cree que tiene capacidad para ser lo que quiere y se esfuerza en
conseguirlo.
·
Confia en sus propias virtudes y en las de los demás seres humanos.
Tanto si nuestro objetivo es trabajar a conciencia por sentirnos
más realizados, como ayudar a otras personas a que adopten ese compromiso,
debemos tener en cuenta que:
·
Sólo a través del conocimiento personal podremos determinar qué es lo
que queremos hacer y qué queremos evitar.
·
Estamos totalmente capacitados para conseguir lo que pretendemos y
tenemos todo el derecho del mundo a sentirnos orgullosos de nosotros mismos y
de nuestras acciones.
·
Debemos potenciar el autocontrol.
·
Las actividades que nos permiten crecer interiormente no son
aburridas ni desagradables de modo obligatorio.
·
Debemos apartar de nuestra mente sentimientos negativos como la ira, la
violencia o la hostilidad.
·
Debemos olvidarnos de los miedos, frustraciones o supuestas limitaciones
que nos "impiden" entrar en acción.
·
Relacionarnos con personas "autor realizadas" puede constituir
una gran ayuda.
Obstáculos para la realización personal
Existen actitudes, como las siguientes, que
dificultan la realización personal:
·
Tender al dramatismo o al victimismo.
·
Padecer dependencia psicológica.
·
Tener miedo al fracaso.
·
No aceptarse a uno mismo.
·
Tender a la inactividad y al sedentarismo.
·
Buscar únicamente seguridad en todos los aspectos de la vida y poseer
una falta total de ambiciones.
·
Ser demasiado conformista.